Non scholae, sed vitae discimus




Gracias. Usted ha sido un maestro y un amigo. Nos ha enseñado ciencia, buen hacer, respeto a las personas, amor a la libertad. Pero sobre todo, se nos ha dado usted mismo, su inteligencia, su afecto.
A don Antonio, que
"aunque la vida perdió
dejónos harto consuelo
su memoria"

             

domingo, 10 de enero de 2010

Católicos y científicos: Antonio Fontán / Ecclesia Digital

Escrito por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
jueves, 04 de febrero de 2010

Antonio Fontán (Sevilla, 15 de octubre de 1923 - Madrid, 14 de enero de 2010) fue el primer presidente del senado de la España democrática, además de periodista y Catedrático de Universidad, uno de los autores de la Constitución Española de 1978, Ministro de Administración Territorial entre 1979 y 1980 y, hasta su reciente fallecimiento, presidente de la Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, revista bimestral de actualidad creada en 1990. Una síntesis de su biografía puede consultarse en http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Font%C3%A1n.

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Estudió el bachillerato en el colegio de los Jesuitas de Sevilla y cursó la carrera de Filosofía y Letras en Sevilla y Madrid, licenciándose en Filología Clásica en Madrid en 1944. Un año antes ingresó como numerario en el Opus Dei, en 1945. Inició su actividad docente como profesor ayudante en la Facultad de Filología y obtuvo el título de doctor con una tesis de investigación sobre la tradición manuscrita de los Diálogos de Séneca , comenzando así, podríamos decir, su actividad científica. Obtuvo el título de doctor en 1948, en Madrid. En 1949 consiguió por oposición la cátedra de Filología Latina en la Universidad de Granada e inició estudios de Periodismo en la Escuela Oficial de Madrid, carrera que terminó en 1954.

Como resumen de su labor científico-docente, fue Catedrático de Filología en la Universidad de Granada (1949), en la Universidad de Navarra (1956) y en la Universidad Complutense (1976); Decano en la Universidad de Navarra entre 1956 y 1967, Vicepresidente de la Asociación Española de Estudios Clásicos y Director del Instituto de Periodismo de la Universidad de Navarra. Destacó su labor como filólogo e investigador científico, desempeñando su cátedra de Filología Latina en la Universidad Autónoma de Madrid entre 1972 y 1975, y en la Complutense a partir de 1976, realizando más de 70 publicaciones de tipo técnico en su especialidad, como: Humanismo Romano, Artes Humanísticas, Códices medievales de Séneca y así como otros trabajos de lingüística, historia del Humanismo y Filología Latina, siendo además autor de diversos ensayos tales como "Los católicos en la Universidad Española", etc. Claramente se trata de un católico y científico, un hombre con alto nivel cultural que aportó novedad al conocimiento.

Además, como profesional del periodismo fundó la revista La Actualidad Española, dirigió la revista Nuestro Tiempo, y fue editor de la revista Madrid, que fue clausurada a consecuencia de la aplicación de la ley de prensa que permitía la censura por parte del gobierno franquista. Por ello, y con el paso del tiempo, el Instituto de Prensa Internacional IPI (en inglés The International Press Institute), en su 50º aniversario, lo reconoció como uno de los 50"Héroes de la Libertad de Prensa", siendo el único español incorporado a esa nómina. Además Antonio Fontán formó parte de la Comisión de Profesores que dirigió los estudios del entonces príncipe Juan Carlos de Borbón.

Antonio Fontán entregó al Rey Juan Carlos la carta de abdicación de Don Juan de Borbón. Por su labor en favor de la libertad y de la convivencia cívica entre españoles fue nombrado Marqués de Guadalcanal por el Rey Juan Carlos I (BOE -168- 12 de julio de 2008). Al fallecer era Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid, Miembro de la Sociedad Española de Lingüística y de Literatura Comparada y Presidente de La Comisión de Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).

Parece claro que cuando el danbraunismo laicista ataca al Opus Dei y a la Iglesia Católica no sabe muy bien lo que dice, o aplica el olvido histórico a según qué información.

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